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jueves, 5 de marzo de 2015

Pesca de arrastre

La pesca de arrastre es el arte de pesca menos selectivo que existe, además de ser el
más perjudicial para los fondos marinos. Consiste en una red en forma de cono o calcetín
que se remolca desde una embarcación manteniéndola abierta. De esta forma, todo lo
que encuentra a su paso queda atrapado en el interior de la red. 
 
Para mantener la red abierta durante la pesca, el arte cuenta con unas piezas,
denominadas puertas, que cuando están en el agua se mantienen separadas, lo que
impide que se cierre la red. Además, la parte superior de la boca de la red lleva flotadores,
y la inferior lleva una serie de lastres.. Es un arte de pesca activo en el sentido de que no
espera ni confía en los movimientos del pez para su captura, sino que es el arte el que va
en busca del pez. 
 
El más extendido es el arrastre de fondo, en el que el arte opera próximo al substrato, es
poco selectivo y captura los peces que viven sobre el fondo o cerca del mismo. Destaca
porque esta operación es muy destructiva para los fondos marinos.
 
 

Pesca de calamar

Caña, pajaritos, poteras, amanecer y ocaso, la pesca del calamar
Por tradición el calamar siempre se ha pescado a mano. Pero la aparición de nuevos materiales, como las líneas de “Dyneema”, la fibra de carbono o las punteras de “barba de ballena”, han convertido a la caña, en un excelente instrumento para esta pesca. Algunas de sus prestaciones superan a las de la pesca a mano. A continuación vamos a referirnos a ella.
Las características de una caña de pesca del calamar, son las siguientes:
a) Longitud entorno a los 2 m.: Esta longitud, permite mover la potera con libertad y embarcar cómodamente dos calamares, si se hace un “doblete”.
b) Composición en fibra de carbono: la fibra de carbono, es ligera, y muy rígida por lo que transmite muy bien la picada.
c) Puntera ultrasensible: la misma que se  utiliza para la pesca al volantín. 
La línea trenzada
Las líneas trenzadas o de “Dyneema”, representan una revolución en la pesca. Tienen una gran resistencia, lo que permite utilizar diámetros muy finos que ofrecen muy poca resistencia al agua. Estas Líneas de diámetros ínfimos, se almacenan en el carrete sin riesgo de líos o enredos, diferenciándose en este aspecto de la pesca a mano. Su principal virtud, es que carecen de elasticidad. Esto hace que transmitan muy bien la picada. Los diámetros adecuados van del 0,10 al 0,15mm. Con unos de 10kg. de resistencia.
Puesto que estas líneas no son transparentes, al final se colocan 4 brazas (unos 6-7 metros) de nylon o fluorocarbono del 0,24-0,26 mm. En la punta del aparejo va atada la potera, y un metro mas arriba, con una brazoleta de 10 cm, el “pajarito”.
El carrete
En el equipo de pesca del calamar, el carrete es el elemento con menor peso específico. Sirve uno ligero de tamaño medio.

Pesca de curricán

La pesca al curricán, pesca a la cacea o trolling  es una modalidad de pesca que se basa en el arrastre del aparejo, se puede realizar tanto desde una embarcación como desde la orilla. Para mayor efectividad se realiza normalmente desde una embarcación. Éstas difieren según el entorno en que se desarrolla la pesca ya que también se puede realizar en grandes embalses o lagos interiores o ríos. En la pesca al curricán se suelen utilizar cebos artificiales, coloridos, y articulados, con el fin de que sean muy atractivos para los peces, ya que al ser una técnica de pesca de arrastre se busca que este cebo artificial simule a la perfección la manera de nadar de un pequeño pez, que en realidad es un anzuelo en el extremo del hilo de pescar.
Este tipo de pesca suele estar dirigida a peces depredadores. Con este aparejo se suelen usar tanto señuelos artificiales como naturales.


Jigging


El jigging, también llamado pesca vertical se ha convertido en los últimos años en un fenómeno sin precedentes en la pesca deportiva mundial. Originalmente se practicaba de modo tradicional en Japón y hasta los años noventa no hay noticias de las primeras prácticas en Europa.

Esta modalidad de pesca, consiste básicamente en el uso de señuelos plomados desde embarcación que son dejados caer libremente al fondo. En este punto, el pescador va realizado recuperaciones rítmicas del sedal, al tiempo que ejerce una acción sincronizada a través de las flexiones de la caña. El objetivo no es otro que el de simular a un pez que huye erráticamente hasta la superficie. Esto resulta sumamente atractivo para grandes depredadores, hasta el punto de capturar piezas de tamaño muy importante.
Si bien, esta técnica nipona, requiere de un equipo especialmente preparado, de tal modo que pueda hacer frente a la lucha contra potentes depredadores. En los últimos años, se están empezando a diseñar cañas y carretes específicos para cada una de las tendencias sucedáneas del jigging.